miércoles, 31 de diciembre de 2008

La domesticacion del gato

El gato doméstico, como animal de compañía, es una de las mascotas más populares en todo el mundo. Debido a que su domesticación es relativamente reciente, pueden vivir en ambientes silvestres formando pequeñas colonias sin necesidad de los cuidados de los humanos aunque con una calidad de vida muy inferior al del gato casero. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, desde la antigüedad, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava.

Es un animal instintivamente cazador y además muy habil. Los gatos de granja o en los pueblos pequeños sin urbanizar viven de forma semisalvaje y cazan ratones, ratas y pájaros que de otra forma comerían importantes cantidades de grano y molestarían a los aldeanos. Los domésticos capturan insectos, ratones y pequeños pájaros instintivamente, aunque generalmente no los consumen pero pueden mostrarselos a los humanos con los que conviven como muestra de afecto y contribución. Aunque un gato doméstico que haya vivido siempre en casa este gordo o simplemente bien alimentado con todas sus necesidades básicas cubiertas, seguramente intentará cazar siempre que vea una mosca, un pájaro o alguna pequeña presa.

Son animales preferidos por sus hábitos de limpieza, por su bajo nivel de atención y cuidados requeridos para su manutención. Se dice también que son las mascotas preferidas de los informáticos, por pasar mucho tiempo en casa delante del ordenador. Realmente el gato necesita cuidados, pero no es necesario ser tan efusivo en el afecto cotidiano como con los perros igual que tampoco tiene que salir a pasear.

Un estudio publicado en la edición de la revista Nature correspondiente a la cuarta semana del mes de junio de 2007 indica que los ancestros de los actuales gatos domésticos comenzaron a separarse de las líneas salvajes hace entre 130.000 a 100.000 años; otro publicado en la revista Science lo confirma indicando que los gatos domésticos actuales descienden de un grupo de cinco gatos salvajes africanos que se asociaron al hombre en Oriente Medio hace 131.000 años.

Los ancestros directos de los gatos domésticos habrían abandonando gradualmente la vida silvestre para convivir con la especie humana atraídos por los roedores que parasitaban a las comunidades humanas y los humanos de la antigüedad quedarían satisfechos de la labor de estos felinos al librarles de la superpoblación de los pequeños y molestos roedores. Actualmente los gatos domésticos se encuentran agrupados en diversos grupos genético), encontrándose en el rastreo del ADN cinco hembras ancestrales para todas las subespecies gatunas; los mismos rastreos genéticos señalan una procedencia directa de los gatos domésticos actuales con los gatos salvajes del Medio Oriente, no encontrándose la misma proximidad ni con los gatos salvajes africanos (Felis silvestris lybica), ni con los gatos salvajes europeos (Felis silvestris silvestris).

Las evidencias arqueológicas indicarían que uno de los primeros lugares de domesticación de los gatos fue la isla de Chipre hace unos 9.500 años y que poco tiempo después estos felinos eran comunes entre las culturas de la Creciente Fértil; en las poblaciones de Mesopotamia cercanas al rio Eufrates y en Egipto en los nucleos cercanos al Nilo. Hace quizás unos 3.500 años, y probablemente a través de comerciantes fenicios, el gato era introducido en Europa continental desde el Antiguo Egipto.

Felis silvestris catus

El gato o gato doméstico, cuyo nombre científico es Felis silvestris catus, es un pequeño mamífero carnívoro. El gato está en convivencia cercana al hombre desde hace unos 9.500 años, fecha muy anterior a las previas estimadas en 3.500 a 8.000 años. El estado de conservación de esta especie es no amenazado, incluso en algunas localidades se habla de superpoblación refiriendose al gran número de colonias de gatos callejeros que habitan en calles y parques.

Clasificación científica:

Superreino: Eukaryota
Reino: Animalia
Subreino: Eumetazoa
Superfilo: Deuterostomia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Infrafilo: Gnathostomata
Superclase: Tetrapoda
Clase: Mammalia
Subclase: Theria
Infraclase: Placentalia
Orden: Carnivora
Suborden: Feliformia
Familia: Felidae
Subfamilia: Felinae
Género: Felis
Especie: F. silvestris
Subespecie: F. s. catus
F. s. domesticus
Nombre trinomial
Felis silvestris catus
Schreber, 1775


Los nombres actuales más generalizados, derivan del Latín vulgar cattus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis.

Hay docenas de razas de gatos, algunas sin pelo o sin cola como resultado de mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son expertos depredadores y pueden cazar más de cien especies diferentes de animales para alimentarse, incluso cuando han sido domesticados durante generaciones y no han salido de casa. También son animales que pueden asimilar algunos conceptos, y algunos poseen la capacidad de ser entrenados para manipular mecanismos simples, hablando siempre con prudencia pues los gatos no son amaestrados como los perros, pero se les puede mostrar facilmente como pueden hacer para abrir una puerta cerrada o como hacer salir el agua del grifo pero no prestan atención a ningún adiestramiento.

Se comunican con gemidos, silbidos, gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones, que se generalizan a veces con el maullido además del lenguaje corporal, con una mímica muy desarrollada de las orejas, la posición del cuerpo y el movimiento de la cola.

Se cree que el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) es su ancestro más inmediato.